viernes, 25 de septiembre de 2009

Enfermedad de Fox-Fordyce

ENFERMEDAD DE FOX FORDYCE, CUANDO EL SUDOR SE OBSTRUYE GENERANDO PROBLEMAS

Regina Reyna

Se trata de uno de los misterios que la ciencia no ha sabido explicar con certeza y apenas ha aprendido a controlarlo. Por cada hombre que la padece hay 10 mujeres que la sufren, quienes no cuentan con medidas para prevenirla. ¿Qué puede hacerse?

El sudor es secreción acuosa que es transportada a la superficie de la piel por miles de poros diseminados en todo el cuerpo; es generado por dos tipos de glándulas:
Écrinas.Producen mayor cantidad de secreción y se encuentran uniformemente distribuidas en la piel; tiene la función de regular la temperatura corporal.

Apócrinas. Se forman en axilas, ingles y el área genital antes del nacimiento, pero empiezan a funcionar hasta la pubertad; se activan cuando se experimentan fuertes emociones, como coraje, miedo o excitación sexual.

Es importante aclarar que el sudor está compuesto principalmente por agua, pero también contiene sal (cloruro de sodio) y otras sustancias químicas, de manera que cuando una persona suda mucho debe reemplazar los compuestos perdidos. Igualmente importante es destacar que en su origen no tiene mal olor y que éste se debe a bacterias que proliferan en las zonas húmedas y cálidas del cuerpo, donde se acumula.

Ahora bien, cuando los estrechos conductos que transportan el sudor a la superficie de la piel se obstruyen, éste queda atrapado y genera algunas molestias, como irritación (salpullido) y comezón. Esta afección recibe el nombre sudamina y se caracteriza por diminutas vesículas (pápulas), pero también puede presentarse en grandes zonas de piel, siendo más común en tronco y muslos.

La sudamina es más frecuente en los climas cálidos y húmedos, aunque las personas que se abrigan demasiado en clima frío también pueden desarrollarla; generalmente no representa problema grave y modificando las condiciones climáticas la condición mejora notablemente, sobre todo si se mantiene la piel fresca y seca.

Sin embargo, existe una enfermedad que se presenta en las áreas de distribución de las glándulas apocrinas —especialmente en axilas y áreas genital y mamaria (a nivel de la areola del pezón y alrededor del pliegue inframamario) —, sitios en los que se obstruyen los poros excretores del sudor ; se denomina Fox Fordyce y se caracteriza por erupción en el área, con pequeñas elevaciones de la piel, la cual produce comezón y enrojecimiento.

Ciertamente se trata de una enfermedad muy rara que afecta con mayor frecuencia a mujeres que a hombres; la edad de inicio suele estar entre los 13 a 35 años, siendo muy extraño que se presente antes de la pubertad o después de la menopausia.

Difícil diagnóstico
Los investigadores reconocen como posible factor detonante—pues con certeza no hay nada escrito— a alteraciones hormonales que afectan incluso al ciclo menstrual, aunque no se descartan cambios químicos del sudor por efecto de inestabilidad emocional .

Cabe destacar que las pequeñas pápulas son duras y secas, toman el mismo color de la piel o ligeramente más oscuras y muy cercanas unas a otras, dando aspecto de placas; a menudo se produce anhidrosis, en otras palabras, sudoración escasa o nula, debido a que el sudor se queda atrapado, lo cual eleva ligeramente la temperatura corporal.

El dermatólogo (especialista médico en salud de la piel) basará su diagnóstico en una biopsia, es decir, tomará una muestra del tejido afectado para someterlo a examen de laboratorio. Generalmente encontrará que la parte superior del folículo por el que se segrega el sudor está obstruido por un tapón de queratina (proteína rica en azufre generada por el mismo organismo, cuyo fin es dar consistencia a la piel y hacerla impermeable), lo que además afecta las paredes del mismo dando lugar a la formación de vesículas, pudiendo llegar el daño a la dermis (capa profunda de la piel).

Pese a que no hay tratamiento curativo para la enfermedad de Fox Fordyce, suelen prescribirse lociones o cremas con corticosteroides —a las cuales a veces se les adiciona un poco de mentol— para disminuir la inflamación de la piel y la cantidad de queratina. Algunos tratamientos contemplan el empleo de luz ultravioleta directamente en el área afectada, e incluso rayo láser, lo que es complementado con estrógenos, preferentemente a través de anticonceptivos orales.

Es igualmente importante destacar que la enfermedad puede seguir un curso prolongado, de varios años, siendo los síntomas más agudos en el período premenstrual, pudiendo disminuir con el embarazo y desaparecer durante la menopausia.

Pese a que la ciencia continúa estudiando esta rara enfermedad, los avances son poco alentadores; sin embargo, de haber manifestaciones como las que hemos señalado en este artículo, acuda lo antes posible al dermatólogo y siga al pie de la letra sus indicaciones para que las molestias no afecten su vida diaria.

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